domingo, 16 de septiembre de 2012

Jarvis Cocker - Jarvis (simplemente)


Hubo un tiempo que fue hermoso, en que él fue adolescente y nos narró sus crónicas de peleas entre bandas de barrio, sus experiencias sexuales primarias en la pubertad, sus enriedos incestuosos, su encuentro con gente que deaseaba ser ‘común’ y los condimentos y sinsabores de la vida amorosa. Todo un historial empírico acumulativo de racontos freaks & geeks, por los que varios teenagers transitan en su período jovial. Siempre desnudando su individualidad, dejándonos sus ropajes en forma de canción, que le eran funcionales casi como un diario íntimo donde había poca limitación entre lo privado y lo público.
Hoy, estas anécdotas de vida ya fueron dejadas atrás, son parte del pasado. Hoy Jarvis Cocker se posiciona como un cantautor en tercera persona: dejó de plantarse en un rol protagónico para pasar a ser un testigo omnisciente. Aconseja y nos sermonea como un padre a sus jóvenes seguidores. Alcanzó la adultez y con ello, una plena madurez musical. No es que nunca lo haya sido, pero hay en sus letras un dejo de sabiduría que sólo los años le supieron dar, hay un sonido para un paladar más refinado, hay un símbolo de vejez en su semblante que lo convirtió en un hombre más serio, y, a mi parecer, esto hace que lo disfrutemos más con el correr del tiempo. Es un buen caso análogo al de una botella de vino: destaparla luego de pasada una cantidad de años, dejándolo macerar y procesar, esperando su momento más óptimo para ser bebido. Ahora es ese momento.
Luego de su separación con Pulp, (casi a modo de un esposo que retoma el gusto por la soltería, disfrutando de la ruptura de su ex-banda), Cocker se permitió ciertas atribuciones o permisos de interés personal sin barreras ni prejuicios que incluyeron:
a) un bolo de actuación en la tercera película de J.K.Rowling,dirigida por Mike Newell (Harry Potter y el cáliz de fuego)


b) la colaboración con el disco de Air, Pocket Symphony, en temas como ‘The Duelist’ (interpretado con Charlotte Gainsbourg) y ‘One hell of a party’,

c) la inclusión en un disco recopilatorio en tributo y homenaje a Serge Gainsbourg (recomendable y muy fiel su versión crooner de ‘Je suis venu te dire que je m’en vais’)

d) la formación de un nuevo proyecto musical: Relaxed Muscle, un grupo impensado, irreconocible y muy fuera de la tangente de lo que Jarvis nos tenía acostumbrados.


Colaboraron a tono con él Jason Buckley y Richard Hawley, camuflándose bajo alter-egos y logrando un sonido industrial con voces robóticas y electrónicas sin perder ni dejar de lado el costado rockero.
Pero aún sin ser suficiente, el veloz y meteórico artista decidió abrir paso a otro rumbo diferente. En el 2006, los caminos y el destino lo llevaron a grabar su primer álbum solista, titulado como él mismo, simplemente ‘Jarvis’.
El disco contiene en su haber trece canciones con estructuras medianamente parecidas entre sí donde se puede comprobar su sensatez y sabiduría adulta.
Su consejo paternalista lo vemos desde la apertura del álbum, cuando le aconseja a las chicas ingenuas y crédulas que en el amor no dejen perder su tiempo por alguien que no lo merezca y valore ( ‘He can have his space / Yeah, he can take his time /Now he can kiss you where the sun don’t shine /Oh baby – Don’t let him waste your time’). Mismo, en ‘Big Julie’ retrata con un melancólico piano la historia de una solitaria chica en busca de amor cuya inteligencia y madurez la alejan bastante de la gente de su edad, acercándola a hombres mayores con intenciones libidinosas (‘And it’s far away from these sweaty lads  who say that boys cannot be slags. And if it’s not them, then it’s their dads’). En ‘Tonite’ (un hermoso tema lento), también deja plasmada su visión: destinada a aquellas personas que actúan con un libreto en mano dejándose llevar por la corriente como un rebaño, sin tener una mínima actitud de cuestionamiento y cambio en su vida. Advierte que esa noche puede ser LA noche para modificar y hacer una mínima diferencia (‘The future starts tonight. And you cannot make everything alright, but you could stop being wrong tonight’).
El tema del amor y las parejas es recurrente en su lírica y no podía dejar de estar presente, especialmente en ‘Heavy weather’, un tema que arranca con cierta densidad melancólica y que va cobrando fuerza a medida que explota. En él, compara a las relaciones destructivas con el clima tormentoso: ambas provocan daños y tumban todo a su paso, dejando a las personas inmóviles, tratándo de afrontar las adversidades como mejor pueden.
Para contrastar un poco, encontramos momentos más rockeros como en ‘Fat Children’ o ‘Black Magic’ (en este último caso, creo no ser yo la única que detecte una similitud demasiado cercana a la tan reversionada ‘Crimson and clover’ de The Hollies). Metafóricamente la canción podría estar hablando de drogas o de algún éxtasis místico (The eyes that saw the glory have been blinded by the light [...] Black magic that blows your mind away / and takes you somewhere that you wanna stay).
La crítica educacional, antisistemática y política también se hace un pequeño lugar en el disco en la anteriormente nombrada ‘Fat Children’o en ‘From Auschwitz to Ipswich’,donde el negativismo de la decadencia del mundo contemporáneo reina bajo conductas egoístas e individualistas (So like the Roman Empire fell away ,let me tell you: we are going the same way, behold the Decline and Fall). Cabe destacar que todavía queda presente cierto resentimiento crítico hacia Estados Unidos, y  ’Disneytime’ es la evidencia de ello: una imágen espejada del ‘american dream’ yanqui donde por debajo de la imágen del mundo ficticio y fantástico subyacen conflictos ocultos pesadillezcos.
Por último, en ‘I will kill again’ muestra sus hábitos rutinarios ligados a la paternidad, confesando que, pese a las responsabilidades y obligaciones que lo atañan de ser un ciudadano ético, va a volver al ruedo a quebrantar ‘ciertas’ reglas de vez en cuando, dejando aflorar su costado más instintivo, inconsciente y asesino.
Esta claro que Jarvis creció y que nos sigue contando historias, pero esta vez, desde otro lugar, desde un enfoque angular diferente. Hoy se encuentra viendo crecer a sus vástagos y como padre, nos deja este puñado de frases en plan crítico-constructivistas para consultar a menudo como libro de cabecera en la mesita de luz.
El mundo que hubiera querido para sus hijos no es el que la realidad proyecta. Pero lo cierto es que para que siga girando, desde su lugar puede hacer algo: seguir aportando pinceladas de color que aviven sentimientos y despierten identificación bajo historias de gente común y ordinaria como nosotros.
Recomendable para:
- Aquellos que le den mucho peso a las letras en un artista, tanto como a la música. Su prosa es mordaz, sagaz, irónica,cómica, ácida y muy astuta. Es uno de los pocos artistas que puede hacerse comprender subliminalmente con la menor de las discreciones metafóricas.
- Personajes como los que figuran en sus letras, que, creo que en un punto u otro, todos lo somos.
No recomendable para:
- Nadie.  Jarvis no amenaza ni atenta contra la salud de ningún individuo. Aunque quizás no es aconsejable para quienes buscan simplicidad en las letras. Tienen algunas un mínimo grado de dificultad
Para tener en la repisa entre:    
-Serge Gainsbourg -Histoire de Melody Nelson (1971) o  Jane Birkin (1969)
-Pulp – Different Class
-The Divine Comedy – A short album about love (1997)
-Richard Hawley – Lady’s bridge
-The Smiths – The queen is dead (1986) o Strangeways here we come (1987)
-Algo de Lee Hazlewood
-Arctic Monkeys – Favourite worst nightmare (cuando luego de un nivel de ascenso y fama rotundo, la pluma de Alex Turner comenzó a ponerse más filosa y ruda)





Nota escrita para UltraBrit



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