viernes, 18 de octubre de 2013

Miami Horror: revival de Vice City en Niceto


No todo lo que proviene de Australia es neo-psicodelia. Si bien ese género es una tendencia que viene pisando fuerte estos últimos años en Perth (con Tame Impala, Pond o Jagwar Ma a la cabeza), la ciudad oceánica fue también junto a Melbourne la cuna propulsora de otras movidas musicales. Las ‘ovejas negras’ por fuera de este círculo lisérgico han sido grupos como Cut Copy, Empire of The Sun, Bag Raiders, Midnight Juggernauts o Miami Horror. Estos últimos heredaron parte del house francés de Cassius o Daft Punk y lo supieron mezclar con el disco y el synth pop plástico y fantástico de los ’80s.

Luego de un breve pero contundente show soporte de los locales Puerto Infinito, los aussies de MH subieron a escena empilchados y acicalados impecablemente, vendiendo más imagen de modelos publicitarios que de músicos de rock.

Saben que del otro lado la gente pide baile y un setlist hitero que no baje ni un minuto y eso es lo que vienen a ofrecer, marcando la apertura con el infalible ‘I look to you’, originalmente grabado a dúo con Kimbra pero reemplazada para la ocasión por la voz de su ex, el frontman Josh Moriarty. Acto seguido siguen desplegando el rosario de éxitos bolicheros con ‘Sometimes’ (aunque sin el aporte del Neon Indian Alan Palomo), ‘Summersun’, la etérea ‘Echoplex’, ‘Holidays’ y ‘Don’t Be On With Her’, una gema que te lleva de paseo como un Delorean a tres décadas atrás de regresión.

Cuesta creer que se pueda sostener un show únicamente con el material de un solo EP (Bravado) y un disco (Illumination – 2010) pero los cuatro muchachos lo logran seleccionando lo más destacado, adoptando la frase ‘dance or die’ y no dejando más opción que esa. No hay tiempo de pensar qué track esta sonando, si son creíbles los clichés escénicos de Moriarty al momento de tocar solos de viola subiéndose arriba de los amplificadores y si el combo bajo-sintetizadores-batería esta tan pulcramente ejecutado que podría ser sustituido por el disco…nadie se daría cuenta de la diferencia. Acá todo se trata de vibrar y viajar con el cuerpo a otra dimensión.

Para bajar un poco los humos y settear otro clima, Miami Horror también se permite mechar el show con pasajes instrumentales (el caso de ‘Illumined’, la híbrida cría entre Prince + Pink Floyd) o estrenar algún que otro tema de su segundo y aun inédito disco (con el adelanto ‘Real Slow’, que parece salido de la factoría neoyorquina DFA).

El show se evapora en poco más de una hora, diluyéndose tan rápido como las gotas de transpiración de la gente en movimiento. Da la sensación de estar de vacaciones dentro una postal paradisíaca y el panorama no es tan distante: víspera de feriado, clima primaveral, últimos meses del año, ropa holgada, pieles al descubierto, gente con cerveza en mano.

Como lo sentencia su nombre, Miami Horror propone un flashback a la ciudad ochentosa recreada en el GTA con paisajes de palmeras, playas de arena blanca, clima tropical, atardeceres rosados y autos descapotables. Eso sí: un revival de lo retro licuado con la instantaneidad e inmediatez moderna, dejando la misma sensación que produce una foto trucada con filtros vintage pero subida a Instagram.

Txt: María Gudón
 Ph: Santi Tevez Acosta







*Cobertura realizada para el sitio Vomb

domingo, 6 de octubre de 2013

Playlist: Fiesta en la Mansion Playboy


La mansión Playboy hoy podrá estar en decadencia plagada de Barbie-Dolls de quirófano con silicona y botox, pero hubo un momento entre la década de los ‘60s y los ‘70s en que fue el imperio dorado:  el cuerpo de la mujer era curvilíneo, pulposo y sin intervenciones quirúrgicas, casi como el templo sagrado, la estatua de la libertad a la que varios bachelors con poder y recursos querían visitar.

¿El lugar de atracción? La residencia de Hugh Hefner, antiguamente ubicada en Chicago y posteriormente trasladada a Los Ángeles.

Hombres sedientos de acompañantes cual Don Draper (Mad Men) caían a las fiestas exclusivas, tomaban unos cocktails, debatían sobre negocios, jugaban al póker, la ruleta u otros juegos de casino para luego zambullirse en la cascada rocosa (o gruta) y relajarse en el sauna.

Las playmates, ataviadas en escotados corsets palabra de honor con cola y orejas de ‘conejitas’ añadidas como parte del outfit, hacían su gracia con danzas burlesque  y luego de servir a los hombres en recepción se dirigían con ellos a la habitación, para llevar al terreno de la realidad las fantasías privadas.

Este es un mixtape que tiene por objetivo ambientar esas fiestas con sonidos vintage: jazz noir instrumental y susurrado, swing, easy listening, americana y otros géneros.




Tracklist

Recepción y bienvenida









Jackpot y juegos de casino




Cocktails à la carte 








Burlesque, à go go




Famosos en el Club Playboy

                    Jackie Wilson
         Bill Wyman

                   John Lennon 
 
     Frank Sinatra

Playmates o honey bunnies









Aerolíneas privadas Playboy