En la vida de todo músico -o del 80%- ,
hay un momento en que el propio repertorio de temas queda estacionado a un lado
y hace un paréntesis para darle paso a la grabación de un álbum con
reversiones, (entiéndase por ello ‘covers’). Es un lujo del que casi ningún
artista se priva. Si vamos tras la búsqueda de ejemplos, los más inmediatos son
‘Twelve’ de Patti Smith, ‘The Covers Record’ o ‘Jukebox’ de Cat Power, y
‘Pin-ups’ de David Bowie, entre otros.
Ahora la cuestión esta en que muy pocos
salen airosos de la comparación que traza la crítica, que, lejos de tomarlos
como discos de reciclaje de un sonido con vestiduras personales, busca una
mímesis de alta fidelidad respecto al material original. Normalmente estos
álbums no generan demasiada aceptación, por no decir que se los guillotina y
defenestra, encontrándolos defectuosos a través del inevitable juego de ‘las 10
diferencias’.
Definitivamente una placa que se va de
la tangente en este aspecto y hace la excepción es ‘Version‘ de Mark Ronson.
El productor, Dj, cazatalentos y
multi-instrumentista londinense no se anda con chiquitas, y despegó su carrera
solista rumbo a la fama regodeándose de un line-up de grandes cantantes
estelares: gemas que brillan por mérito propio pero que junto a la figura del
polifacético Ronson sacaron lo mejor de sí mismas en estado bruto. Es que él
sabe detectar cual es el don de cada persona con quien colabora, por lo que se
empeña en exprimirle el jugo como si fuera un fruto, embebiendo hasta la última
gota de su vid.
Repleto de contactos en su extensa
agenda (podría dedicarse a las relaciones públicas!) muchos de los que grabaron
en el estudio con su apoyo son ahijados por padrinazgo artístico, otros son
nuevas promesas en las que puso la ficha y posó el ojo (Lilly Allen, la srta.
Winehouse, Candie Payne), y el resto son simplemente personajes de la cultura
nightclubber / underground / socialité inglesa con los que se codea en momentos
de ocio pinchando las bandejas en eventos VIP.
Lo relevante del disco es la frescura
con que se maneja y cómo desfragmenta la identidad de canciones de otros
colegas del rubro, dejando puesta su firma individual.
Sin cuestionarlo, Mark Ronson tiene un
oído que denota apertura: esta cargado de información cultural políglota que
extiende en su obra. El hilo conductor que resume la placa es la fusión de
ritmos percusivos e instrumentos de viento cubanos que rememoran a los
ensalsados Buena Vista Social Club mezclados con un groove / funk latino digno
de escucharse en el Lower East Side neoyorquino (Fun Lovin’ Criminals, Cake,
Beck). Justo en ese trecho se sitúan la jazzera ‘Just’, interpretada por Alex
Greenwald o ‘LSF’ de Kasabian. Sin olvidarnos de mencionar a la no incluída
‘Most likely you go your way, and I’ll go mine’, que el mismo Bob Dylan
autorizó a que remixara para añadirla a un cd recopilatorio de grandes éxitos.
Las bases y el estilo MC / hip-hoper
también se hacen un lugar en manos de Tiggers, versionando ‘Toxic’ (sí!! la de
Britney Spears, créase o no) o en el renovadísimo himno mod de The Jam, ‘Pretty
Green’, tarareado con el desgano característico de Santogold.
Pero lo que lo llevó al podio de los
rankings y charts británicos por lejos fue el dúo junto al australiano Daniel
Merriweather, quien le puso la voz a una nocturna y orquestada ‘Stop me’ (if
you think that you’ve heard this one before) de los ochentosos The Smiths.
Seguido por la coronación de ese hit, logró acaparar aún más créditos positivos
convirtiendo a la rockera ‘Valerie’ de The Zutons en un clásico cincuentoso de
la era Motown de sonido spectoriano, gracias a la contribución de la reina del nuevo
R&B y soul Amy Winehouse, a quien le produjo su taquillera pieza clave
‘Back to black’, allá por el 2006.
Está bastante claro que el intrépido y
ambicioso Mark pretende suprimir las barreras de géneros, quebrando los sonidos
standarizados sin tener en cuenta en lo más mínimo la opinión de los medios y
de la prensa, dejándose llevar solo por su propia intuición y educación musical
cosmopólita para lograr ese cóctel sonoro tan particular y suyo.
Para tener
en la repisa entre:
-Amy Winehouse – Back to black
-Rythms del Mundo Cuba (proyecto a
beneficio de la organización APE contra el calentamiento global que incluye
versiones afro-cubanas de Arctic Monkeys, Kaiser Chiefs, U2, Jack Johnson, etc)
-Buena Vista Social Club – Buena Vista
Social Club
-Cake – Fashion
nugget y Prolonging the magic
-Beck – Odelay y Guero
-The Ronettes –
Ronettes
Apto para:
Quien sea amigo de los ritmos bailables
y los cálidos climas tropicales.
No apta
para:
Los puristas del
género. Si lo oyen, van a sentir una violación humillante de primer grado a los
artistas a quienes Ronson se permitió versionar bajo su técnica de libre
albedrío
Txt: María Gudón
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