La
cita era a las 22:00 pero, como se prevee con estas cosas, se extendió hasta la
medianoche. En circunstancias normales esto no sería un problema, pero siendo
día de semana y, dada la elevada sensación térmica superior a los 40ºC, la cosa se complica un
poco.
Después
de la espera amenizada con sets calientapistas de DJ Enlightment y Bad Boy
Orange, se encendieron las luces de los dos toros enfrentados en la cabina:
señal de que el show auspiciado por la Red Bull Music
Accademy estaba despegando.
Ahí
aparecen las estrellas de la noche: el productor
francés Breakbot y su
inseparable compinche invitado, Irfane.
Siguiendo
la pauta de los flyers, Breakbot aparece vestido en plan casual
wear con un pañuelo al cuello, mezclando la estética Gauchito Gil meets boy scout, algo que comienza a deconstruirse a
medida que la temperatura sube y las gotas de sudor corren por su frente e
invaden su inmaculada remera blanca.
Cualquier
semejanza con Jesús de Nazaret no es coindencia: su pelo, barba y hasta los
lentos gestos manuales iluminados por lásers lo convierten en un predicador de
la electrónica que viene a evangelizarnos con el legado del mejor house galo.
Thibaut
Berland (su nombre real) desarrolla un fino gusto que
demuestra su culto conocimiento en materia disco, electro pop y
funk. El apadrinado por la escudería Ed Banger sabe matizar los climas de
forma experta, remontándose a los 70s y convirtiendo a Niceto en una especie de
Studio 54
con hitazos como: ‘Last Train To London’ de la ELO, ‘Let’s Dance’ de Bowie, ‘The Breaks’ de
Kurtis Blow, ‘Blame it on the boogie’ de Michael Jackson, ‘I Wanna Be Your Lover’ de Prince,
‘Going Back To My Roots’ de Odissey
o el celebrado himno synth ‘I Feel Love’ de Donna Summer con
Moroder.
En
el set predomina la onda funky-retrofuturista pero
también aparecen camuflados algunos de sus pegajosos tracks actuales: ‘By Your Side’
marcado por la gomosa línea de bajo, ‘You Should Know’, ‘One out of two’ o
el ya más avejentado (pero nunca pasado de moda) ‘Baby I’m Yours’, todos cortes de su primer y único LP.
A
medida que la intensidad de la música sube, pasando de la electrónica
soft al deep house y hasta al hip hop de Kanye West o Beyoncé, la
audiencia se convierte en un ejército de
zombies sudados que bailan hipnóticamente
y el lugar en un verdadero sauna plagado de cervezas y aguas
minerales.
Entre
puchos y brebajes alcohólicos de por medio,
Breakbot e Irfane se pasan el cetro y se van turnando como animadores de la
fiesta hasta promediar las casi cuatro horas.
El
plato fuerte llega cuando el parisino nos trae condimentos de sus tierras,
pegando el viaje a los 90’s-2000 con sus coterráneos Cassius, Justice,
Digitalism o Daft Punk, que, al igual que MJ, suenan reiteradas veces con ‘Too Long’, ‘Face To Face’ y ‘Da Funk’.
Txt: María Gudón
Ph: Santiago Tevez Acosta (todas las imágenes salvo la primera, cortesía de RBMA)